La opinión de Rosama Hevia

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Ésta es una entrada del blog de Rosama Hevia (cuya lectura recomiendo) VIVIENDO DE RISA.

sábado, 5 de octubre de 2013

JOSÉ ORTEGA escribe y siente… la sonrisa de nuestro corazón.

Ante ciertos libros, uno se pregunta: ¿quién los leerá? Y ante ciertas personas uno se pregunta: ¿qué leerán? Y al fin, libros y personas se encuentran.  
André Gide (1859-1951)
 
Buscaba un abogado desesperadamente,  y encontré al mejor.  Audaz, comprometido, con un gran sentido de la justicia, altruista y generoso. Alguien que no sólo da de lo que tiene sino de lo que es, de su tiempo, de sus energías, de sus aptitudes, de sí mismo.   Y por si todo esto fuera poco, tiene alma de escritor. Uno que crea belleza con palabras.
Harto y decepcionado de editoriales y agentes literarios, decidió un día publicar en Amazon para felicidad de sus lectores.  Fue así como recuperé el auténtico placer de leer.
En este punto quiero aclarar que mi biblioteca, de libros como los de antes,de papel y tinta,  está compuesta por casi mil volúmenes y  los he leído prácticamente todos.  Algunos no los llegué a terminar, es verdad, pero ha sido en defensa propia.
Entre todos ellos,  los libros de José Ortega, siempre presidirán  la  estantería del alma, la de la memoria de los libros extraordinarios,  la del talento con esencia,  con corazón.  Son libros que  nos hablan de valores universales, del ser humano y de nosotros mismos.Me sedujo con  cada palabra de El último sueño de la mariposa. Una obra en la que el amor, el dolor y la muerte se entrelazan en una historia cargada de intriga. Una novela que es pura poesía.

La leí prácticamente del tirón,  atrapada por los desgarradores sentimientos del protagonista. Después la he leído dos veces más   para saborear las palabras,por el puro deleite de leer. Este hombre maneja como nadie las palabras para desnudar el alma, los sentimientos más profundos y  las emociones de sus personajes hasta dejarte sin aliento.
Después me llegó El árbol de la vida, una historia fascinante que ahonda en los entresijos del poder que domina el mundo.  Me envolvió  una vez más, con  su exquisito estilo literario y su inquietante manera de ver la vida. Una novela llena de acción, electrizante,  en la que el José Ortega historiador-antropólogo  se siente como pez en el agua y en la que la crítica y la reflexión van de la mano.
Y de El árbol, me lancé a La Tumba,  donde a través de las andanzas de un joven arqueólogo tierno, soñador y aventurero, el autor nos cuenta como «las decisiones que tomamos en momentos críticos tejen la madeja de nuestra vida, forman los mimbres de nuestra historia y acaban condicionando lo que somos».

Entre lectura y lectura,   una conversación a cuatro bandas en Facebook  nos  reveló  que en un archivo de algún dispositivo  electrónico dormitaba sin esperanza de despertar,  tal vez por falta de tiempo,  de motivación, o de ambas cosas a la vez, Mi hombre ideal,  una festiva comedia romántica.
Y ni corta ni perezosa,  abrí un grupo en Facebook  en un intento completamente interesado de echar leña al fuego:  Yo también quiero que José Ortega termine de escribir MI HOMBRE IDEAL.

Una tras otra,  lectoras entusiasmadas fueron llegando. (Goleada de lectoras, sí señor Ortega). El grupo se convirtió en un auténtico taller de lectura.
Ante semejante compromiso, entre risas, buen humor y muchas ganas de complacer, José Ortega se entregó a la tarea de terminar  Mi hombre ideal.
Y este señor tan ocupado, nos regalaba perla a perla, fragmentos de la novela que hacían nuestras delicias  y que comentábamos con él, como si fuera lo más normal del mundo que un escritor deshilachara con sus lectores los retales de una obra en proceso de creación.
Y entre joyita y joyita  literario-festiva,  emprendí la excitante aventura de  leer la trilogía  KHOL.
Una obra magistral,inteligente,iluminadora y excelentemente documentada, que ningún amante de la historia y la mitología debería perderse.
La primera parte, Gilgamesh y la muerte, es la única novela escrita en lengua castellana sobre el mito de Gilgamesh.  Una forma embriagadora de contar que cala muy dentro, te enseña a mirar con ojos nuevos y descubrir tu propio paisaje interior.
En la segunda parte,El príncipe pálido,   entreteje espléndidamente la mitología mesopotámica con la cultura mediterránea y te transporta al final de una época,  la decadencia de los dioses y el fin de la magia.
El tercer volumen, La piedra resplandeciente es una historia conmovedoramente humana, repleta de sentimientos, lazos de afecto inquebrantable, amistad y esperanza. José Ortega pinta con palabras el paisaje y lo convierte en protagonista vivaz de la historia. Transmite con gran maestría la majestuosidad y belleza de la tierra, la sensación de ensueño y leyenda que la invade.
El mismísimo Señor de los anillos palidece ante la grandeza  de KHOL.
Tres meses después de dar vida al  grupo, Mi hombre idealsalía del horno, dorado y perfecto.
Una novela que parece escrita en un arrebato de genialidad. Desternillante, disparatada, atrevida y tierna, que conserva intacto su magistral uso de las palabras, pues cuenta la historia como solo él sabe hacerlo.
Unos diálogos audaces, provocadores  y chispeantes que hacen imposible parar de leer. Y entre carcajada y carcajada, unos retazos profundos y tiernos que te dejan un evidente mensaje.
Ni que decir tengo que este libro ha sido un gran impulso en mi objetivo de seguir VIVIENDO DE RISA.Ahora en el grupo esperamos con ilusión El camino al paraíso, y por si el camino fuera largo, siempre tenemos a través de su blog una buena dosis de palabras con corazón que no hacen más que confirmarnos su talento.

Me apasiona José Ortega  porque escribe deliciosamente y me enamoran sin remedio todos y cada uno de sus personajes, pero sobre todo, porque es un hombre excepcional al que no le preocupa ser reconocido y que se deja la piel en todo lo que hace. (Eso sí, no le comas sus croquetas).

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