@abogadodelmar
Tú dijiste:
– ¿Cuál es la señal del camino, oh derviche?
– Escucha lo que te digo
y, cuando lo oigas, ¡medita!
Ésta es para ti la señal:
la de que, aunque avances,
verás aumentar tu sufrimiento.
FARIDUDDIN ATTAR
Para que triunfe el mal es suficiente el silencio de los buenos
EDMOND BURKE
¿Por qué, oh, Shamash, has dado a mi hijo Gilgamesh
un corazón sin reposo?
Has extendido tu mano sobre él,
y ahora desea emprender un largo viaje
hacia el lugar donde vive Huwawa,
para librar una batalla incierta,
y andar por caminos desconocidos.
Poema de Gilgamesh, tablilla III, columna II
Ninguna televisión inspirada por el NWO y sometida a su censura y manipulación (es decir, ninguna televisión), y tampoco ningún otro medio de comunicación inspirado en el NWO y sometido a su censura y manipulación (es decir, ningún medio de comunicación) dirán hoy ni nunca una sola palabra de cómo funciona la sanidad en Cuba, y mucho menos osaran compararla con el sistema norteamericano, donde sólo los ricos tienen medico y a los pobres los dejan pudrirse con total y absoluta libertad de elección de qué esquina prefieren morirse.
A mi no me gustan las imposiciones, la tortura ni la violencia. Tampoco me gustaría que un guardia analfabeto viniera a darme de hostias en el caso de que estuviera allí y de que alguien hubiera podido considerarme eso que por lo visto llaman «enemigo de la revolución». Tampoco me gusta repasar lo que pasó en el bosque de Katin durante la Segunda Guerra Mundial. Pero estoy empezando a convencerme de que es imposible defenderse del NWO con florecitas y votos, porque la democracia es de ellos, y recuerdo a menudo un discurso en el que Mussolini aludía a Los aliados como la “plutodemocracia”, lko mismo que a José Antonio cuando aludía despectivamente a la ¨democracia burguesa liberal parlamentaria”, y eso que entonces todo este fenómeno hipercapitalista apenas apuntaba.
Francamente estoy hasta los huevos de que nos vendan esto como democracia y me está entrando curiosidad por lo otro. Cuando Hilary Clinton mandó que mataran a golpes al coronel Gadaffi no fue para promover la democracia sino para propiciar la entrada en Libia del NWO, que es lo mismo que decir el capitalismo salvaje. Y si yo fuera cubano y pobre, estaría muy acojonado abre el empuje de los iracundos niños bonitos y millonarios o aspirantes a ellos de la pequeña Habana de Maiami, sabiendo que cuando la revolución se venga abajo no habrá médicos ni medicinas ni hospitales para los pobres, aunque sí suculentos negocios para las grandes multincionales. Con razón cantaba el inmenso y fiel Silvio Rodríguez que al Águila le jode que el niño vaya sano a la escuela.
Hoy el jefe de gabinete de Angela Merkel ha dicho que Fidel impidió el bienestar de millones de cubanos. Puede (y puede que no) que haya escrito eso cuando estaba hasta arriba de cocaína, o de wisky o de las dos cosas, o quizá (quizá no) muy satisfecho después de abusar se un mejor de edad como suelen hacer los privilegiados orondos de las sociedades avanzadas y «occidentales». En todo caso, permtidme un corte de mangas. A Fidel se le puede acusar, supongo, de muchas cosas feas pero no de ser culpable de que cada ciudadano de Cuba tenga la mejor atención posible con los mejores médicos imaginables en los mejores hospitales concebibles, ni de que los niños cubanos vayan sanos y limpios a la escuela para aprender algo que supongo que no será la basura que les enseñan aquí (ser competitivos, perseguir el éxito material y todo ese rollo capitalista). Bueno, culpable sí. Pero en eso claro está que no hay culpa.
O sea, que ya sabéis por que un servidor no brinda. Me fascinan las personas que no se venden, no se alquilan y no se transforman. Y francamente me seduce y me convence ver a un anciano muy anciano sostener los mismos ideales de Sierra Maestra con la misma convicción de sus mejores años.
Respeto a todos esos que van por ahí con botellas en la mano, amarillos de bilis y echando espuma por la boca. Ya les queda poco para conquistar el paraíso capitalista donde sólo tienen libertad los ricos y donde los bancos te transforman en esclavo de por vida después se prestarte un dinero que no existe.
Chavales, sois un poco idiotas pero recéis derecho a serlo.
José Ortega
ABOGADO
Derecho de costas marítimas